Lo importante es que estés acá y te hayas planteado hacer un cambio en tu vida. No todos comienzan un tratamiento convencidos a cambiar. Lo nuevo siempre acarrea miedos. Pero a medida que se siguen las indicaciones del tratamiento todo es más fácil.

La negación es parte de la enfermedad, como el mentirse a sí mismo. De esa forma quieren mentirle a sus seres queridos. Haciéndoles creer su propia mentira. Solo comenzará a ser honesto cuando deje el consumo. Porque ahí dejará de autodestruirse y se conectará con la realidad y podrá ser honesto con su familia. Pero a veces sucede que nos gustaría que no sean las cosas como son y nos apoyamos en que estudia o trabaja y eso nos hace creer que está todo bien. Otra forma de negación es pensar que el consumo es parte de una etapa en la vida y que pronto pasará. Es ahí donde estamos negados a ver que nuestro familiar necesita ayuda y solo no puede. Lo aconsejable es recurrir a un centro especializado en el cual nos van a guiar en la recuperación de nuestro familiar.

El diálogo es la herramienta más importante que tenemos y hay que utilizarla. Siempre es bueno saber que en el fondo nuestro familiar tiene ganas de salir del encierro en el que está. Y en eso hay que basarse. Se puede esperar hasta que toque fondo, pero a veces es tarde. Nuestro familiar quiere, pero tiene miedo de dejar el consumo por que no sabe cómo reaccionará sin consumir. Debemos apuntalarle todo lo que vemos que no hace, y que sí podría hacerlo con ayuda. De la elección de hacer un tratamiento no se arrepentirá. Porque es ahí donde encontrará todo lo que perdió.