Testimonio de Sofía sobre la Anorexia:


¡Hola! Mi nombre es Sofía, espero que mi testimonio sirva de ayuda para quienes lo lean. Mi enfermedad... ¿Cuándo comienza? Me entristece decirlo, pero desde mis 5 añitos ya empecé a sufrir complejos. De antes, no tengo recuerdos, pero a partir del prescolar mi vida cambió demasiado y empecé a tener vergüenza de mi cuerpo, de mi figura. Si bien no creo que se pueda hablar de anorexia nerviosa a los 5 años, porque uno es muy pequeño aún y no tiene idea de lo que es la enfermedad, pues un niño de esa edad es muy joven para pensar en esas cosas; pero sí confieso lo tanto que sufrí por ser "gorda". Los insultos de mis compañeros, los chistes, los sobrenombres como elefante, ballena, o vaca amarilla como me llamaban por vestir un pullover amarillo. Todas esas cosas me marcaron terriblemente, la malla... y yo, sin fortaleza, no tuve la capacidad de enfrentarlas de la manera adecuada.

Cuando comencé a desarrollarme fue muy triste... un año muy doloroso, miles de insultos y una disconformidad total con mi cuerpo, mi cara, el pelo... entre otras cosas físicas. Y teniendo 10 años comencé una dieta y caminata diaria para bajar de peso. Mi cabecita era un "torbellino", anhelaba bajar de peso, estar flaca y ser linda. Realmente era un ANHELO, como un niño desea un juguete, yo DESEABA, SOÑABA ser flaca y linda. Si bien jugaba, iba a los cumpleaños y me reía de los chistes, la vergüenza que sentía de ser como era, aunque no se notase tanto, ocupaba la mayor parte de mi tiempo. Un vacío inmenso me llenaba por dentro.

Los meses siguieron y las dietas eran cada vez más… nuevas alternativas, té para adelgazar, gimnasio, gimnasia y básquet. Pero la vergüenza de ponerme el equipo y de correr porque sentía que mi cuerpo se movía como una gelatina, tapaba e impedía que sintiera toda felicidad que me podría dar la disciplina. Y piensen gente! A penas tenía 10 años! ¿Se dan cuentan?

Luego vino la comunión, nuevamente a preparar mi cuerpo para el vestido de comunión!!!

Y así pasó el tiempo y un día en quinto grado una de las seños enseñó las adicciones; entre éstas, la bulimia y la anorexia... y supe que yo tenía anorexia. Jamás lo dije, aunque todas mis actitudes eran obvias. En el verano de ese año, 1999, un compañero me invita a su cumple y mi angustia ERA TAAAN GRANDE, una tristeza por ser cómo era... por ser una gorda, una vaca, una ballena, por ser fea que rompí en llanto y mi abuelita (con quien siempre viví) no sabía cómo calmarme... recuerdo que esa fue la primera vez, luego de 6 años que pude llorar y expresar... decir POR QUÉ lloraba... lloraba por ser gorda. En casa nadie entendió...

Al ingresar a la secundaria, todo era traumático... la ropa, el uniforme, todo!!! Fue peor que la primaria, siempre intentando pasarla bien, pero siempre, siempre con esa gran mochila sobre la espalda, con esa amargura, con esa bronca y el enojo que sentía conmigo misma cada vez que me miraba al espejo...

A todo vapor, a full, con el gym... y la vergüenza en vez de irse, crecía más aún... La sociedad es cierto, no ayuda, los talles irreales y la figura "ideal", no encontrar ropas porque vienen talles microscópicos.

Perdí a mi abuelo, (a mi padre del corazón) y eso complicó más el panorama... Luego pasé por una cirugía de cadera y eso afectó mucho también... perdí el músculo de la pierna lo que me daba mucho complejo y el hecho de estar sin hacer actividad física me enloquecía... así que rehabilité mi pierna por demás y quedé aún más delgada... Hacía más ejercicio aún... Y a los 15 quería ADELGAZAR para el vestido… Natación, gimnasio, básquet, localizada, triatlón, horas de bicicleta... dietas, dietas y más dietas... y sumemos, la escuela, la vida de una adolescente con estas condiciones, criada de abuelos, veía muy poco a mis papás... algún que otro amor que también es importante para la autoestima... mi cabeza no paraba... ni un solo segundo... Hasta soñaba que la comida me perseguía y me encontraba... y se metía dentro de mí. Anotaba todo lo que comía y al finalizar el día sumaba las calorías que había consumido...

Llegué a calcular el valor calórico de una galletita "criollita". ¡Ojo! No enloquecía solo yo, enloquecía a todos!!! Y lo peor de todo, fue comenzar la nutricionista... Las primeras semanas comía bien, pero después... a medida de que transcurrían las consultas, aprendía cada vez más sobre los alimentos... Desde entonces, aprendí TODO lo malo, me encargué de hacer todo mal... de comer lo mínimo, de que la ingesta de calorías sea menos que lo mínimo... Comía muy poquito... verduras...mate... mate... mate... mate... té... mate... té... con edulcorante, el azúcar no existía en mi vida... alguna galletita... pera... ciruela... Iba al súper y así como usted controla los precios, yo miraba TODOS los lácteos de la góndola y elegía el que menos calorías tenía... Y en vez de enfrentar los problemas, dejaba de comer, en vez de comida, cubeteras de hielo. Perdí mucho peso... Calculaba todas las calorías de los alimentos que ingería y dependiendo la cantidad de calorías, debía de hacer el doble de actividad física... y si me daba un gusto... la culpa me mataba por dentro... tenía que sacar de mi cuerpo esas grasas... Pero al reflejarme en un espejo me veía GORDA, MUY GORDA... uno pierde toda noción de la realidad, de los talles, de la imagen, distorsiona TODO, pierde noción de la vida misma... se olvida del mundo, no hay nada más importante que un cuerpo bello.

Ah! Olvidé contarles que Era brillante, 10, 10, 10, y algunos 9 en mi libreta de calificaciones. Siempre muy educada, jamás contestaba, súper cumplidora con todo. La perfección que mostraba...

Y bueno... a los 16 años no pude más... pedí ayuda... nos enteramos del Arte de volver... y volví acá estoy, tengo 23 años, Me recuperé, me gradué hace dos años Tengo mi casita, mi novio, un montón de cosas, pido perdón, perdono... me equivoco me hago el desayuno, me gusta hacer tortas de manzana y de vez en cuando, escribo. Trabajo mucho, doy inglés y estudio. Me arreglé con mi mamá... hablo con mi papá y trato de que solucionemos las cosas, me río con mis amadas hermanas .Aprendí a hablar, a expresar mis sentimientos que casi mueren junto conmigo, que se ocultaban detrás de tantos espejos, de tantas dietas... de tanto ejercicio.

Mi vida cambió taaaaaaaaaaanto... soy otra persona... con otros valores, con otras intenciones, con proyectos… ¡Con ganas de vivir!

GRACIAS A MI FAMILIA, A MI NOVIO, A MIS AMIGOS, GRACIAS AL ARTE DE VOLVER, A TODOS ALLÍ!!!